Y ahora, qué?

Has probado tu primera clase de pole dance y te ha encantado. La sensación de girar, desafiar la gravedad y sentirte poderos@ es adictiva. Ahora empieza la siguiente fase: la obsesión.

Empiezas a buscar modelitos en Shein, descubres marcas especializadas en ropa para pole y guardas en tu galería una cantidad absurda de vídeos con combos que, en tu mente, ejecutarás con la gracia de una artista de circo. Spoiler: la realidad es otra.

Lo que no viene con el paquete de bienvenida (pero sí con un ticket algo vertiginoso) es que, más allá de las clases, el verdadero trabajo está en la constancia. Estirar, acondicionar el cuerpo, fortalecer… Y todo esto sin contar que no todo el mundo puede permitirse tener una barra en casa. Ya sea por presupuesto, por techos traicioneros o simplemente porque no es viable.

Por eso estamos aquí. Sí, seremos la sala más bonita, donde puedes grabar vídeos chulísimos, pero queremos que sea mucho más. Queremos construir comunidad, compartir experiencias y hacer de este espacio un punto de encuentro para quienes aman el pole dance, desde quienes están empezando hasta quienes ya llevan tiempo.

Nada más probar mi primera clase, me puse a ahorrar como loca para comprarme una barra. En pocos meses la tenía montada en mi gélido sótano y, junto a mi pequeña estufa, no había quien me bajara de ahí. Como el techo era bajo, tampoco podía hacer nada del otro mundo, pero para mí era perfecto. Mi abuela, cada vez que me veía subida, decía lo mismo: “Mírala, ya está subida en el columpio como las de Telecinco!!!”

Obviamente, como no tenía ni idea de barras ni de técnica, me dediqué a centrifugar sin control… hasta que un día la barra decidió que ya era suficiente y se torció de una forma nada favorable para mi integridad. Por suerte, no salí volando como en los vídeos de PoleLols, pero aprendí la lección: apretar bien las tuercas. En todos los sentidos.

Dicho esto, te invito a compartir tu experiencia. ¿Recuerdas algún momento gracioso de tus inicios? ¿Tienes dudas o temas que te gustaría ver en el blog? Queremos que este sea un espacio para desconectar, aprender y, por qué no, leernos en el metro mientras vas al trabajo, o, quién sabe, de camino… ¿a tu próximo entreno en Pole Box?

Con cariño, Drea.