El arte de sostenerse

¿Es el cuerpo quien domina la barra o es la barra la que nos enseña a soltar el miedo?

La primera vez que toqué una barra de pole dance, no pensé en técnica, en fuerza ni en flexibilidad. Pensé en caer. Y caí, por supuesto. Pero lo curioso del pole dance es que cada caída es un paso más hacia el control. No solo del cuerpo, sino de la mente.

Porque el pole no es solo un deporte ni solo un arte. Es una conversación entre la piel y el metal, entre el impulso y la resistencia. Un diálogo donde la gravedad desafía y el cuerpo responde. Es, en el fondo, la metáfora perfecta de la vida: el equilibrio entre aferrarse y soltarse.

En un mundo donde nos enseñan a pisar firme, el pole desafía a elevarse, a confiar en la propia fuerza y a encontrar elegancia en el esfuerzo. Porque sostenerse no depende solo de los músculos, sino también de la voluntad. Y, sin duda alguna, de la actitud.

Así que esta es la premisa: este blog será un espacio para hablar del pole dance desde todas sus dimensiones. De su belleza y de sus desafíos. De las historias que se construyen con cada giro, cada truco, cada caída. Pero también de quienes hacen de este mundo algo único: nuestra gente, los estilos que nos inspiran, la esencia que nos define. Porque en la barra, como en la vida, lo importante no es solo subir, sino aprender a mantenerse en el aire.

Con cariño, Drea.

El arte de sostenerse en Pole Box Luxury  Madrid.